Domingo 11 de mayo de 2025

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El burnout golpea duro a los influencers y este nuevo servicio quiere ayudarlos

CD. DE MÉXICO, MX.-: El burnout golpea duro a los influencers y este nuevo servicio quiere ayudarlos / CORTESÍA

● TECNOLOGÍA | WIRED | CD. DE MÉXICO, MX.- | 10 de Mayo de 2025









Jayde Powell no planea ser una influencer para siempre. En realidad, su objetivo es dejar las redes sociales a los 40 años. Powell también es estratega de marketing en redes sociales y creadora de contenidos: publica alrededor de un video al día, principalmente en LinkedIn. Asiste a eventos de marcas como Uber y Delta Airlines, y asesora a otros sobre cómo conseguir colaboraciones con marcas. Hace unas semanas, publicó que había ganado más de 50,000 dólares en el primer trimestre del año.


A pesar de su éxito, Powell confiesa que ya ha sufrido los efectos negativos de estar crónicamente en línea: "No creo que esté bien levantarse y mirar el móvil cada mañana", señala. En 2021 empezó a usar gafas que filtran la luz azul para aliviar las migrañas que sufre por mirar constantemente una pantalla. Admite que es adicta a las redes sociales y a la dopamina que producen los subidones de interacción. "Da vergüenza decirlo, pero es la verdad".





Ilustración de una familia


Los asistentes de la NatalCo, que tendrá lugar en Texas el fin de semana, participarán en diversas dinámicas de emparejamiento y podrán casarse directamente en el evento.






El detrás de cámaras


Powell acude al terapeuta aproximadamente una vez al mes y dice que la mayoría de sus sesiones se centran en temas relacionados con su carrera, como el agotamiento, la presión constante por seguir siendo relevante en su campo y el acoso del público. Aunque afirma que la mayoría de sus amigos creadores quisieran tener terapia, debido a la inestabilidad de sus ingresos "lo ven como un lujo".


CreatorCare, un servicio terapéutico de telesalud recientemente creado, pretende cerrar esa brecha ofreciendo terapia a precios reducidos, adaptada específicamente a quienes trabajan en la economía de los creadores. La iniciativa conjunta de la compañía de telesalud Revive Health Therapy y el grupo comunitario Creators 4 Mental Health proporciona acceso a terapeutas humanos, con sesiones virtuales que oscilan entre los 60 y 180 dólares.


El lanzamiento se produce en un momento en el que cada vez más creadores denuncian los problemas del sector. En febrero, el youtuberMrBeast dijo al presentador Steven Bartlett, en el podcast Diary of a CEO: "Si mi salud mental fuera una prioridad, no tendría el éxito que tengo". También ha habido crecientes presiones para regular el trato que las plataformas dan a estos trabajadores, quienes generan sus principales beneficios. Un estudio publicado en la revista Digital Health en 2024 encontró una "asociación significativa" entre el uso prolongado de redes sociales y un aumento de emociones negativas, especialmente en quienes ganan menos de 10,000 dólares por sus publicaciones.


La cofundadora de CreatorCare, Shira Lazar, de 42 años, afirma que, aunque le encanta la creatividad y la comunidad que conlleva este campo, el "miedo a desaparecer alimenta el agotamiento en un sistema que exige constantemente alimentar los feeds". Los creadores luchan contra la ansiedad, la depresión, los trastornos alimentarios y unos ingresos que pueden fluctuar enormemente de un mes a otro. Lazar explica que también pueden tener dificultades para desarrollar un sentido de identidadfuera de lo que proyectan en redes sociales.










Señala que, al mismo tiempo, es una opción profesional muy deseada: el 57% de los encuestados de la Generación Z afirmó querer convertirse en influencer, según una encuesta realizada en 2023 por la empresa de investigación Morning Consult.


Amy Kelly, cofundadora de Revive Health Therapy, es terapeuta familiar licenciada y atiende a muchos creadores de contenido. Está familiarizada con muchos de estos problemas, comparando el crecimiento de la industria con "una máquina que ha sido construida sin el debido mantenimiento". En conversación con WIRED, comenta que los influencers también pueden perder la perspectiva, debido a las constantes conexiones artificiales que forman en línea: "Cuando recibimos esos 'me gusta', corazones y mensajes, obtenemos respuestas dopaminérgicas... Se burla e imita la interacción en la vida real".


Por otro lado, cuando los comentarios no son halagadores, pueden sentirse desproporcionadamente mal. "Mi reacción va a ser mayor que la de una persona cualquiera en la calle que me insulta", describe Kelly.





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Netflix planea invertir alrededor de 18 mil millones de dólares este año para ampliar su catálogo y consolidar su liderazgo frente a la competencia.






Hay gente allá fuera luchando por tus influencersfavoritos


Es un problema con el que Powell se siente identificada. Dice que hace poco la llamaron "gorda" en internet simplemente por elogiar una actuación de Blue Ivy, la hija de Beyoncé. Cuando ayudó a lanzar una comunidad de cannabis para mujeres negras en la industria, afirma que fue objeto de acoso en X, sobre todo por parte de otras personas de color, y fue acusada de "intentar sembrar ideas sobre el consumo de drogas en la comunidad negra".


Cuando habla con ejecutivos, Powell a veces hace más hincapié en su formación en marketing que en su rol como influencer. Señala que "sin duda hay cierto estigma" en torno a este último, que aún se percibe como "un trabajo que no es de verdad". Sin embargo, según Danial Abas, presidente de la Creators Guild of America, esta percepción está cambiando. El gremio, formado en 2023, es una organización sin fines de lucro que busca proteger y defender a los creadores de contenido. No es un sindicato.


"Creo que la gente y las empresas no acaban de reconocer lo que significa la influencia. La atención es comercio, y todo negocio requiere atención... Los creadores van por delante porque generan atención para sí mismos", declara Abas.


El gremio representa a más de 1,000 creadores, aunque Abas no quiso revelar la cifra exacta. Recientemente publicó una "cláusula", un conjunto de normas que las empresas que trabajan con creadores pueden adoptar y cumplir legalmente. Uno de sus principios clave es el compromiso de pagar a los creadores en un plazo máximo de 90 días. Abas afirma que la falta de pago es una fuente importante de estrés: "No saber si vas a poder pagar el alquiler o la hipoteca por un trabajo que ya hiciste no está bien". Para dar legitimidad a la profesión, el gremio también está explorando la posibilidad de establecer acreditaciones para ciertos creadores y crear una base de datos llamada Hue, similar a IMDb, para mostrar su trabajo.


La cláusula también estipula que los creadores son los propietarios de los contenidos que producen. Según Abas, ya ha sido adoptada por marcas como Whalar y Linktree. Aclara que el gremio no es un sindicato porque no tendría el poder de convocar huelgas, y que "exigir condiciones de pago puede, en realidad, sofocar la creatividad". Además, indica que el gremio aún no ofrece prestaciones médicas a sus miembros, que pagan una cuota anual de 99 dólares.


Lazar ha estado en conversaciones con múltiples asociaciones para evaluar cómo podrían acceder los creadores a prestaciones sanitarias, pero aún es un trabajo en desarrollo. También espera que otros sigan el ejemplo de CreatorCare. A diferencia de Powell, ella no planea retirarse de las redes sociales a largo plazo, por lo que su enfoque es mejorar las condiciones para todos: "Soy como Joan Rivers; estaré creando hasta que me muera. Por eso quiero asegurarme de que puedo prosperar".


Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.








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